Ante la catástrofe humanitaria que se estaba viviendo en la región y la imposibilidad de ejecutar el proyecto en Alitena, las Hermanas de la Caridad deciden invertir los fondos del proyecto de Nutrición Suplementaria en una acción de emergencia también relacionada con el apoyo nutricional a poblaciones vulnerables en la zona de Tigray. La acción tuvo una duración de tres meses, desde el 1 de abril hasta el 30 de junio de 2021, y se basó en la distribución de bienes de primera necesidad a unas 250 personas:
suministro de alimentos y suministro de utensilios de higiene básica a personas desplazadas internas por el conflicto (IDP’s) y a las personas más vulnerables de las respectivas comunidades de acogida (HC’s).

Para llevar a cabo su labor en condiciones excepcionales y evitar duplicidades, las hermanas se coordinaron con agencias humanitarias presentes en la zona, como Proyecto Visión y especialmente con la Cruz Roja y Médicos Sin Fronteras; por ejemplo, para complementar su ayuda con atención sanitaria o acceso al agua potable.